Al comprar bienes raíces comerciales, la transacción a menudo se registra a nombre de una entidad legal. Pero ¿por qué es más rentable registrar este tipo de objetos a través de una empresa en España y no a nombre propio?

Ventajas de utilizar una entidad legal

Comprar bienes raíces comerciales como entidad legal es una opción más conveniente y rentable. Hay dos razones principales por las que los inversores eligen esta ruta.

En primer lugar, optimiza significativamente la planificación fiscal. En segundo lugar, las transacciones con objetos se realizan de forma más sencilla: el proceso de transferencia de derechos de propiedad se vuelve menos complicado.

Es importante tener en cuenta que la planificación fiscal es un área compleja con muchos matices que sólo los profesionales conocen. Por tanto, es necesario desarrollar soluciones individuales para cada cliente, teniendo en cuenta su situación específica, estatus en el país y objetivos de inversión.

Incluso los propios españoles suelen recurrir a la ayuda de especialistas a la hora de resolver cuestiones fiscales. También animamos encarecidamente a nuestros socios a seguir este ejemplo. Es importante tener una comprensión básica de los principios tributarios para poder interactuar efectivamente con los expertos durante las consultas.

Transferir dinero desde Rusia a la cuenta de una empresa española es mucho más fácil que a la cuenta de un particular, especialmente si esta persona no tiene permiso de residencia en España. Además, cualquier accionista de una empresa española puede transferir fácilmente fondos en forma de capital social o préstamo para la compra de bienes inmuebles.

Planificación fiscal

Al comprar una propiedad comercial en España, las personas físicas deben pagar el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Sin embargo, existen beneficios para las empresas: las personas jurídicas pueden presentar una solicitud especial y recibir una exención del pago de este impuesto.

Además del IVA, es importante considerar la diferencia entre el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el impuesto sobre la renta de las empresas. El impuesto sobre la renta empresarial es significativamente más bajo, especialmente en los dos primeros años, cuando la tasa es sólo del 15 por ciento.

Además, cuando el inmueble es propiedad de una empresa, es más fácil de gestionar que un particular, ya que la empresa puede reducir legalmente la base imponible mediante gastos certificados.

Reinscripción de la transacción

El nuevo registro de una transacción, si el objeto pertenece a una persona jurídica, se lleva a cabo de acuerdo con un esquema diferente al de una venta estándar entre personas físicas. En este caso, no se trata de una transmisión del inmueble en sí, sino de una venta de la sociedad propietaria de este inmueble.

Todo lo que hay que hacer es firmar el acuerdo y realizar cambios en el registro de empresas, indicando el nuevo propietario y director de la empresa.

Es importante considerar que el beneficio del impuesto a la renta se otorga a una empresa una sola vez, en los primeros dos años a partir de la fecha de su constitución. Por tanto, en algunos casos puede resultar más rentable registrar una nueva empresa y formalizar la propiedad de la misma.

Cómo crear una entidad legal para bienes raíces comerciales

Establecer una entidad jurídica para bienes raíces comerciales en España es similar a registrar cualquier otra empresa. La forma de empresa más accesible y sencilla en España es la Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.L.).

El fundador de dicha empresa puede ser una sola persona, y no es necesario tener ciudadanía española ni permiso de residencia en España. Lo único que necesitas es un Número de Identificación de Extranjero (NIE). El capital mínimo autorizado es de 3 mil euros.

El proceso de registro suele tardar aproximadamente 1,5 meses.

Comprobación de la entidad jurídica al comprar un objeto

Un aspecto importante a la hora de comprar bienes inmuebles comerciales mediante el nuevo registro de propiedad de una empresa es la verificación de esta empresa.

Una transacción de este tipo es más fácil de realizar, pero existen varios matices. En primer lugar, debe asegurarse de que la empresa no tenga deudas con otras empresas ni con el presupuesto. Esto a menudo requiere una auditoría, especialmente si la empresa ha estado activa anteriormente.

Además, es necesario comprobar la propiedad del propio inmueble, que se transfiere junto con la empresa.

Solución práctica

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